La forma del Arca de la Alianza, según los escritos bíblicos, es un cofre rectangular de madera de acacia recubierto de oro por dentro y por fuera. Medía 2.5 codos de largo, 1.5 de ancho y de alto (aproximadamente 111 cm x 67 cm x 67 cm). La cubierta del arca tenía dos querubines de oro en su superficie, con las cabezas inclinadas y las alas extendidas en señal de protección. Para transportar el Arca, se colocaban varas a través de las anillas en cada esquina.
El Arca de la Alianza ha sido objeto de numerosos mitos y leyendas a lo largo de la historia, especialmente en lo que respecta a su ubicación. Algunas teorías sugieren que fue enterrada en una cueva del Monte Nebo, mientras que otras afirman que fue enterrada en el monte Moriá, donde se encontraba el antiguo Templo de Salomón. El periodista británico Graham Hancock sostiene que el Arca se encuentra en un templo de Etiopía, custodiada por un sacerdote en la iglesia de Nuestra Señora de Sion.
Una leyenda relacionada con los Caballeros Templarios sugiere que regresaron a Inglaterra en el siglo XII con reliquias sagradas de gran valor, incluido el Arca de la Alianza. Esta leyenda se basa en un documento del Vaticano que había permanecido oculto durante 700 años y que revela la investigación oficial de la Iglesia sobre las actividades de los Templarios. La Orden fue encontrada culpable de idolatría, blasfemia y herejía en 1306 y disuelta como resultado.
La falta de pruebas concretas alimenta continuamente el mito y las creencias en torno al Arca de la Alianza, sus poderes extraordinarios y su ubicación actual.
El Arca de la Alianza: Misterios y Revelaciones
El Arca de la Alianza, también conocida como Arca del Pacto, es un cofre sagrado descrito en la Biblia, que se dice que contenía las dos tablas de piedra de los Diez Mandamientos. Según el relato bíblico, fue construida siguiendo instrucciones divinas dadas a Moisés y colocada posteriormente en el Templo de Jerusalén construido por Salomón.
El diseño del arca es detallado en la Biblia, describiéndose como un cofre de madera de acacia cubierto de oro, con dimensiones de 111 cm x 67 cm x 67 cm. La cubierta del arca estaba hecha de oro macizo y estaba adornada con dos querubines de oro, uno frente al otro, con las cabezas inclinadas y las alas extendidas en señal de protección.
El Arca de la Alianza ha sido objeto de numerosas leyendas y teorías a lo largo de los siglos debido a su desaparición hace más de 2600 años. Algunas teorías sugieren que fue enterrada en el Monte Nebo para protegerla de la invasión babilónica, mientras que otras afirman que fue enterrada en el monte Moriá, donde había estado el antiguo Templo de Salomón.
En 1989, el periodista británico Graham Hancock afirmó que el Arca se encontraba en un templo en Etiopía, basándose en diversas escrituras sagradas que señalan que es custodiada por un sacerdote en la iglesia de Nuestra Señora de Sion.
Otra leyenda vincula el Arca de la Alianza con los Caballeros Templarios, quienes supuestamente la llevaron a Inglaterra en el siglo XII junto con otras reliquias sagradas de gran valor. La falta de pruebas concretas sigue alimentando el misterio y las creencias en torno al Arca, sus poderes extraordinarios y su paradero actual.
El Arca de la Alianza es un objeto sagrado descrito en la Biblia hebrea y el Antiguo Testamento. Esta reliquia, que a menudo se denomina «Arca de la Alianza» o «Arca de Dios», se construyó siguiendo las instrucciones dadas por Dios a Moisés en el monte Sinaí. El Arca era un cofre de madera de acacia recubierto de oro, con una tapa llamada «propiciatorio» y dos querubines de oro en la parte superior. Se cree que el Arca contenía las Tablas de la Ley, el maná y la vara de Aarón que floreció, aunque en el momento en que fue colocada en el Templo de Salomón, solo se mencionan las Tablas de la Ley.
El Arca simbolizaba la presencia de Dios en medio del pueblo de Israel y servía como un oráculo, un lugar desde donde Dios comunicaba sus instrucciones y voluntad a los líderes de Israel. La presencia de Dios en el Arca se manifestaba en forma de una nube sobre el propiciatorio, y la comunicación entre Dios y su pueblo a menudo se producía a través de esta nube.
El Arca también tenía un papel en las guerras y conquistas de Israel, y su captura por parte de enemigos se consideraba un desastre para la nación. La desaparición del Arca durante la toma de Jerusalén por el ejército babilonio en 587 a.C. sigue siendo un misterio.
El concepto de la shekinah, que significa la presencia divina, se deriva de la creencia en la presencia de Dios en el Arca y la nube que lo cubría. En la tradición judía, la shekinah se convirtió en una forma de referirse a la presencia de Dios sin mencionar directamente sus nombres sagrados, como Yahveh.
Aunque el diseño del Arca puede haber sido influenciado por objetos similares en los templos egipcios, su propósito y significado en la tradición hebrea es único. El Arca representa la elección de Dios de Israel como su pueblo y su presencia constante e invisible entre ellos.
El Arca de la Alianza es un objeto sagrado descrito en la Biblia como un cofre que contenía las Tablas de la Ley, dadas a Moisés por Dios. El arca estaba construida de madera de acacia y revestida de oro puro por dentro y por fuera. Según la narración bíblica, el Arca de la Alianza simbolizaba la presencia de Dios y se guardaba en el Tabernáculo y, posteriormente, en el Templo de Salomón.
Existen varias perspectivas con respecto a la existencia histórica del Arca de la Alianza. Los historiadores minimalistas, como Finkelstein y Silberman, niegan la existencia de la reliquia, cuestionando la historicidad del éxodo y otros relatos bíblicos. En contraste, algunos autores y biblistas, como Graham Hancock, toman una interpretación más literal del Antiguo Testamento y creen en la existencia del arca como se describe en la Biblia.
Una posición intermedia es la del profesor Javier Martínez-Pinna, quien, tras examinar el registro arqueológico y encontrar artefactos similares en contextos geográficos y temporales coincidentes con el pueblo israelita al comienzo del primer milenio antes de Cristo, no duda de la existencia histórica del Arca de la Alianza.
El debate sobre la existencia del Arca de la Alianza continúa, y aunque no se ha encontrado evidencia concluyente de su existencia, sigue siendo un objeto fascinante y un tema de interés tanto para académicos como para entusiastas de la historia.
El Arca del Pacto fue guardada en diferentes lugares a lo largo de su historia:
- Siló: Después de la conquista del país (c. 1467 a.C.), el arca fue llevada a Siló, donde permaneció (excepto por un tiempo en Betel) hasta que fue capturada por los filisteos (Jos 18:1; Jue 20:26, 27; 1Sa 3:3; 6:1).
- Bet-semes y Quiryat-jearim: Una vez recuperada y de nuevo en territorio israelita, el arca estuvo primero en Bet-semes y después en Quiryat-jearim, donde permaneció unos veinte años (1Sa 6:11-14; 7:1, 2; 1Cr 13:5, 6).
- Jerusalén: David trasladó el arca a Jerusalén, donde estuvo guardada en una tienda durante el resto de su reinado (2Sa 6:12-19; 11:11).
- Templo de Salomón: El arca fue trasladada al lugar santísimo del templo construido por Salomón en el monte Moriáh (1Re 6:19; 8:1-11; 1Cr 22:19; 2Cr 5:2-10; 6:10, 11).
- Templo después del reinado de Josías: La única referencia histórica al arca del pacto posterior a Salomón es de 642 a.C., cuando el rey Josías ordenó que el arca fuera colocada de nuevo en el templo (2Cr 35:3). No se sabe cómo llegó a estar fuera del templo ni cuándo desapareció finalmente.
Jeremías predijo un tiempo en que el arca del pacto ya no existiría y no sería necesaria para los adoradores de Dios (Jer 3:16, 17). En el libro de Apocalipsis, Juan menciona el arca del pacto en el santuario del templo celestial (Apocalipsis 11:15, 19), lo que sugiere su importancia simbólica en lugar de su existencia física en la tierra.
Para dar un poco de contexto, el Arca de la Alianza estaba siendo trasladada a Jerusalén por el rey David y sus hombres. Durante el trayecto, un hombre llamado Uzá tocó el Arca para evitar que se cayera cuando los bueyes que la llevaban tropezaron. Como resultado, Uzá murió instantáneamente, ya que tocar el Arca estaba prohibido (2 Samuel 6:6-7).
Después de este incidente, el rey David decidió no llevar el Arca a Jerusalén y, en cambio, la dejó en la casa de Obed-edom, un hombre de la ciudad de Gat (2 Samuel 6:10). El Arca permaneció en la casa de Obed-edom durante tres meses, y durante ese tiempo, la casa y la familia de Obed-edom fueron bendecidas y prosperaron debido a la presencia del Arca (2 Samuel 6:11).
Cuando el rey David supo de las bendiciones que había recibido Obed-edom por albergar el Arca, decidió llevarla a Jerusalén, y esta vez el traslado se realizó con éxito (2 Samuel 6:12-15). La historia de Obed-edom y el Arca es un ejemplo de cómo la presencia del Arca se consideraba sagrada y poderosa en la tradición bíblica, y cómo su presencia podía traer bendiciones a aquellos que la albergaban.
Esa referencia proviene de la Biblia, específicamente del Segundo Libro de Samuel en el Antiguo Testamento. La historia del Arca en la casa de Obed-edom se encuentra en 2 Samuel 6:10-12.
El Arca de la Alianza era un objeto sagrado en la tradición judía, que contenía las Tablas de la Ley entregadas a Moisés en el monte Sinaí. Durante el reinado del rey David, él decidió trasladar el Arca a la ciudad de Jerusalén para consolidar su poder y establecer la ciudad como un centro religioso y político. Sin embargo, el traslado del Arca no fue un proceso sencillo, y ocurrieron varios incidentes en el camino. Uno de estos incidentes involucró la muerte de un hombre llamado Uzá, quien tocó el Arca para evitar que se cayera, pero fue castigado con la muerte instantánea debido a la santidad del objeto.
David decidió llevarla finalmente a Jerusalén (2 Samuel 6,12). Esta vez, el rey tomó precauciones especiales para asegurar que la procesión se llevara a cabo de manera adecuada y reverente. Los levitas fueron instruidos para llevar el Arca en sus hombros, usando los varales, tal como había sido ordenado por Moisés (1 Crón. 15,15).
La procesión hacia Jerusalén fue un evento muy celebrado. David, vestido con un efod de lino, danzaba y cantaba con entusiasmo delante del Arca, acompañado por el sonido de trompetas, címbalos, arpas y otros instrumentos musicales (2 Samuel 6,14-15; 1 Crón. 15,16-28). A medida que avanzaba la procesión, se ofrecían sacrificios de bueyes y carneros. Finalmente, el Arca fue colocada en la Ciudad de David, en una tienda que David había preparado especialmente para ella (2 Samuel 6,17; 1 Crón. 16,1).
Una vez que el Arca de la Alianza fue establecida en Jerusalén, David designó a un grupo de levitas para que ministraran ante ella, ofreciendo sacrificios y alabando a Dios con cantos e instrumentos musicales (1 Crón. 16,4-6). A partir de ese momento, el Arca se convirtió en el centro de la vida religiosa y política de Israel, y su presencia en la capital fue considerada como una garantía de la protección y bendición divinas.
Durante el reinado de Salomón, el Arca fue trasladada del tabernáculo en la Ciudad de David al Templo recién construido en Jerusalén (1 Reyes 8,1-6; 2 Crón. 5,2-7). En una ceremonia solemne, los sacerdotes y levitas llevaron el Arca al Santo de los Santos del Templo, donde fue colocada debajo de las alas de los querubines de oro que Salomón había hecho para cubrirla (1 Reyes 8,6-7; 2 Crón. 5,7-8). Al colocar el Arca en el Templo, Salomón afirmó la continuidad de la alianza entre Dios e Israel, y el Templo se convirtió en el nuevo centro de adoración y peregrinación para el pueblo hebreo.
Desafortunadamente, el destino final del Arca de la Alianza sigue siendo un misterio. Su último registro en la Biblia aparece en el período previo a la destrucción del Templo de Jerusalén por los babilonios en el año 587 a.C. (2 Reyes 25,8-10). Algunas teorías sugieren que el Arca pudo haber sido escondida por los sacerdotes antes de la invasión, mientras que otros creen que pudo haber sido capturada y llevada a Babilonia como botín de guerra. Otra teoría es que el Arca fue llevada a Etiopía, donde, según la tradición etíope, aún se encuentra hoy en la Iglesia de Santa María de Sión en la ciudad de Axum. Esta iglesia es el principal centro de veneración de la Iglesia Ortodoxa Etíope y el supuesto lugar donde se encuentra el Arca de la Alianza.
Se cree que el Arca de la Alianza contiene las Tablas de la Ley que Dios entregó a Moisés en el Monte Sinaí, junto con otros objetos sagrados. La historia de cómo el Arca fue llevada a Etiopía es narrada en el «Kebra Nagast» (El libro de la gloria de los reyes), un antiguo texto religioso etíope que data del siglo XIII.
Según el Kebra Nagast, Menelik I, el hijo del rey Salomón y la reina de Saba, llevó el Arca a Etiopía después de visitar a su padre en Jerusalén. Cuando Menelik regresó a Etiopía, se llevó consigo el Arca de la Alianza con el consentimiento de su padre y bajo la protección divina. Desde entonces, el Arca ha sido resguardada en Etiopía y se considera el símbolo de la relación especial entre Dios y el pueblo etíope.
A pesar de estas afirmaciones, no existe evidencia arqueológica o documental sólida que confirme la presencia del Arca de la Alianza en Etiopía. La Iglesia Ortodoxa Etíope mantiene que el Arca se encuentra en la Iglesia de Santa María de Sión, pero no permite que nadie la vea, lo que hace imposible verificar su existencia allí. Por lo tanto, la ubicación real del Arca de la Alianza sigue siendo un misterio y un tema de debate entre historiadores, teólogos y arqueólogos.
Existen varias tradiciones sobre lo que le sucedió al Arca tras la caída de Jerusalén en 587 d.C. Una de ellas ha encontrado aceptación en los libros sagrados. En una carta de los judíos de Jerusalén a los que estaban en Egipto, se hallan los siguientes detalles según copiados de un escrito de Jeremías:
“Se decía también en el escrito como el profeta, después de una revelación, mandó llevar consigo la tienda y el Arca; y cómo salió hacia el monte donde Moisés había subido para contemplar la heredad de Dios. Y cuando llegó Jeremías, encontró una estancia en forma de cueva; allí metió la tienda, el Arca y el altar del incienso, y tapó la entrada. Volvieron algunos de sus acompañantes para marcar el camino, pero no pudieron encontrarlo. En cuanto Jeremías lo supo les reprendió diciéndoles: Este lugar quedará desconocido hasta que Dios vuelva a reunir a su pueblo y les sea propicio. El Señor entonces mostrará todo esto; yt aparecerá la gloria del Señor y la Nube, como, como se mostraba en tiempo de Moisés, y cuando Salomón rogó que el lugar fuera solemnemente consagrado.” (2 Mac. 2,4-8).
Según muchos comentadores, la carta de la que alegadamente se copió las líneas anteriores no se puede considerar como poseedora de autoridad divina, pues, como regla, una cita permanece en la Biblia como era fuera del escrito inspirado; la imposibilidad de datar el documento original hace difícil pasar juicio sobre su confiabilidad histórica. De todos modos, la tradición que contiene, que se remonta por lo menos a dos siglos antes de la era cristiana, no puede ser descartada sobre meros argumentos a priori.
El Apocalipsis de Esdras, otro texto religioso, también menciona otra tradición en la cual el Arca de la Alianza fue tomada por el ejército victorioso que saqueó Jerusalén. (IV Esdras X,22). Esta teoría se basa en lo que se ve en 2 Reyes 25, donde las tropas babilónicas se llevaron todo el oro, plata y cobre del Templo.
Otra tradición es la que se encuentra en el Talmud, en la cual el rey Josías escondió el Arca en un lugar muy secreto preparado por Salomón en caso de que el Templo fuera tomado y quemado. Se cree que sería hallada al regreso del Mesías.
Sea cual sea la tradición que se siga, es incuestionable que el Arca nunca se menciona entre los accesorios del segundo Templo. Si se hubiese conservado allí, es muy probable que se hubiese aludido a ella aquí o allá, por lo menos en ocasión de tales ceremonias como la consagración del nuevo Templo, o el reestablecimiento del culto, tanto después del Exilio como durante los tiempos de los Macabeos.
La ubicación actual del Arca es un misterio. Existen diversas teorías sobre su paradero, cada una de las cuales se ha propuesto a lo largo del tiempo.
Una de las teorías más conocidas sostiene que el Arca se encuentra en Etiopía, en la ciudad de Axum. Según la tradición etíope, el Arca fue llevada a la ciudad por el hijo de la reina de Saba y el rey Salomón, y desde entonces ha permanecido allí en la Iglesia de Nuestra Señora de Sion. Sin embargo, la iglesia no permite que nadie la vea y se dice que solo un sacerdote designado por la iglesia puede entrar en la capilla donde se guarda el Arca.
Otras teorías sugieren que el Arca fue llevada a Egipto, que fue escondida en algún lugar en el Monte Nebo en Jordania, o que se encuentra en un lugar secreto bajo el Templo de Salomón en Jerusalén. Sin embargo, no hay pruebas concretas que respalden ninguna de estas teorías y el paradero del Arca sigue siendo un misterio.
¿Dónde se encuentra el Arca de la Alianza? Las teorías más populares
El Arca de la Alianza es un objeto misterioso y legendario mencionado en la Biblia, que supuestamente contiene las Tablas de la Ley que Moisés recibió de Dios en el Monte Sinaí. A lo largo de los años, muchas teorías han surgido sobre su posible ubicación, aunque no se ha confirmado ninguna de ellas. Aquí tienes algunos lugares donde se cree que podría estar el Arca de la Alianza:
- Monte Nebo: Se encuentra en Jordania y se cree que Moisés fue enterrado allí. Algunos creen que el Arca también pudo haber sido enterrada con él en este monte.
- Templo en Jerusalén: El Arca de la Alianza fue llevada al Templo de Salomón en Jerusalén, pero después de la destrucción del templo en el 586 a.C., su paradero se convirtió en un misterio. Algunas teorías sugieren que todavía podría estar escondida en algún lugar bajo las ruinas del templo.
- Montaña de la Calavera en Jerusalén: También conocida como el Gólgota, es el lugar donde se cree que Jesucristo fue crucificado. Algunos teóricos creen que el Arca pudo haber sido escondida en una cámara secreta en esta montaña.
- Iglesia de Nuestra Señora de Sion en Axum, Etiopía: Según la tradición etíope, el Arca de la Alianza fue llevada a Etiopía por Menelik I, hijo del rey Salomón y la reina de Saba. La Iglesia de Nuestra Señora de Sion en Axum es el lugar donde se dice que se guarda el Arca.
- Zimbabue: Algunas teorías especulan que el Arca pudo haber sido llevada a Zimbabue por una tribu judía llamada los Lemba, que afirman ser descendientes de los israelitas.
- Francia: Otras teorías sugieren que los Caballeros Templarios pudieron haber llevado el Arca de la Alianza a Francia después de la caída de Jerusalén en 1187. Algunos creen que puede estar escondida en algún lugar de la región de Rennes-le-Château.
A pesar de las muchas teorías y especulaciones, no hay pruebas concluyentes de la ubicación actual del Arca de la Alianza. El misterio sigue siendo uno de los enigmas más intrigantes de la historia.
Aquí te presento las teorías sobre la ubicación actual del arca de la Alianza separadas por lugares, con un poco más de detalle:
Jerusalén:
- Oculta bajo el templo en Jerusalén: un grupo de rabinos afirma que tras la caída de la ciudad de Jerusalén y la destrucción del primer templo a manos babilónicas, el arca habría sido enterrada en el monte Moriá, donde se ubicaba el antiguo templo. Según estos religiosos, el cofre sagrado no se menciona entre los tesoros devueltos por los persas, por lo que debió sobrevivir al saqueo al ser enterrado por los levitas. Estos habrían muerto en la caída de la ciudad sin dar la ubicación del arca. Sin embargo, hoy en día su búsqueda es casi imposible porque en ese sitio se alza el Domo de la Roca, uno de los lugares más sagrados del Islam.
Monte de la Calavera en Jerusalén:
- Oculta bajo del monte de la Calavera en Jerusalén: esta teoría es propuesta por Ron Wyatt, un arqueólogo bíblico aficionado famoso por afirmar haber descubierto numerosos lugares y artefactos relacionados con la arqueología bíblica. Según Wyatt, el arca se encontraría en lo que se denomina el jardín de la Tumba, en el monte de la Calavera de Jerusalén. Sin embargo, su descubrimiento ha sido desmentido por científicos, historiadores y eruditos bíblicos por varios motivos, como la total ausencia de pruebas y por dar una descripción demasiado parecida a la ofrecida por el libro del Éxodo, pese a los miles de años transcurridos sin restauración ni mantenimiento alguno.
Monte Nebo:
- Oculta en el monte Nebo: el Libro II de los Macabeos contiene referencia de unos escritos que mencionan que el profeta Jeremías, al ser advertido por Dios antes de la invasión babilónica, sacó el arca del Templo y la hizo enterrar en una cueva del monte Nebo. A partir de esta ubicación, existen numerosas teorías o historias «no probadas» y sin fundamento serio, que postulan que habría sido encontrada e incluso posiblemente llevada a algún otro lugar.
Etiopía:
- Resguardada en una iglesia de Etiopía: una tradición en la Iglesia ortodoxa etíope sostiene que el arca se encuentra en la iglesia de Nuestra Señora de Sion, en la ciudad de Axum. Según esta teoría, el arca habría sido trasladada secretamente hacía más de mil años, posiblemente por el hijo del rey Salomón y la Reina de Saba, quien habría sido enviado a Etiopía para recibir educación y habría llevado el arca consigo. Los relatos indican que el arca fue primero guardada en un templo en la isla de Elefantina del río Nilo y luego fue trasladada a la isla de Tana Qirqos, ubicada en el lago Tana, donde permaneció durante ochocientos años. Finalmente, el rey Ezana de Etipía decidió trasladar el arca a Axum, siendo finalmente guardada en la iglesia de Nuestra Señora de Sion. Según la tradición etíope, el arca de la Alianza ha permanecido allí desde entonces y es cuidada por un sacerdote que, según la tradición, es un descendiente de los levitas que ayudaban a trasladar y cuidar el arca en sus viajes.
- El sacerdote es la única persona a la que se le permite ver el arca de la Alianza guardada en la iglesia de Nuestra Señora de Sion, al igual que ocurría con los levitas según la tradición judía. Por esta razón, no ha sido posible verificar de manera independiente la presencia del arca en la iglesia. Sin embargo, existen varias pruebas arqueológicas que apoyan la teoría de que el arca fue llevada a Etiopía y se encuentra allí en la actualidad. Por ejemplo, se han encontrado reliquias pertenecientes al pueblo judío de la época del arca, que pertenecerían al templo de Jerusalén.
- Además, la importancia del arca en la religión y la cultura etíope es muy significativa. Cada uno de los veinte mil templos de Etiopía contiene una réplica del arca de la Alianza, lo que demuestra la importancia que se le da al arca en la religión etíope.
Zimbabue :
Otra teoría sobre la ubicación actual del arca de la Alianza es que fue llevada a Zimbabue por la tribu africana Lemba, que presume de tener ascendencia israelita. Según la tradición de esta tribu, sus antepasados llevaron consigo una reliquia sagrada llamada Ngoma lungundu o «la voz de Dios», que se asemeja en forma y función al arca de la Alianza. Esta reliquia estuvo escondida en una cueva profunda en las montañas Dumghe, su hogar espiritual, hasta que fue llevada a un museo, donde se encuentra actualmente.
- El investigador Tudor Parfitt, que tiene un enfoque literalista de la historia bíblica, postula en su investigación que Ngoma lungundu está relacionada con el arca de la Alianza. Su hipótesis se basa en que el objeto descrito por el pueblo Lemba posee atributos similares al arca, tales como que Ngoma lungundu es de tamaño parecido, que fue trasladada solo por los sacerdotes, que no se le permitió tocar el suelo, que fue venerada como una voz de su Dios o que se utilizó como un arma de gran poder.
- Parfitt analizó este artefacto con radio-carbono, datándolo en una fecha aproximada al año 1350, lo que coincidió con el repentino final de la Gran Zimbabue. Parfitt sugiere que la Ngoma lungundu que se encontró es la descendiente de la bíblica arca y que ésta fue reconstruida a través de la historia. Parfitt ofrece la sugerencia de que el arca bíblica, al igual que la Ngoma lungundu, era una estructura de madera cubierta con un pedazo de cuero y que siempre ha sido un tambor, El investigador Tudor Parfitt sugiere que el arca bíblica, al igual que la Ngoma lungundu, era una estructura de madera cubierta con un pedazo de cuero y que siempre ha sido un tambor, así como un arma de algún tipo, al igual que el Ngoma. Sin embargo, esta última hipótesis es rechazada por otros arqueólogos e historiadores, al no poder ser probada.
- Aunque no hay pruebas contundentes que respalden ninguna de estas teorías sobre la ubicación actual del Arca de la Alianza, continúan siendo objeto de interés y especulación para muchos investigadores, arqueólogos, historiadores y creyentes de todo el mundo. El misterio que rodea al paradero de este objeto sagrado sigue cautivando la imaginación de las personas, y es probable que continúe siendo un enigma sin resolver durante muchos años más.
Llevada a Francia
Otra teoría sugiere que el Arca de la Alianza fue llevada a Francia durante las Cruzadas y posteriormente escondida en algún lugar del país. Esta teoría se basa en relatos históricos que mencionan que los caballeros templarios, una orden militar y religiosa que surgió durante las Cruzadas, poseían y protegían reliquias sagradas, incluido el Arca de la Alianza. Algunos creen que el Arca fue llevada a Francia y ocultada en Rennes-le-Château, un pequeño pueblo en el sur de Francia, famoso por su conexión con misterios y teorías de conspiración.
No obstante, al igual que con las otras teorías mencionadas, no hay pruebas concluyentes que respalden esta afirmación, y muchos eruditos consideran esta teoría como improbable.
A lo largo de la historia, ha habido numerosas teorías y especulaciones sobre el paradero del Arca de la Alianza. Sin embargo, hasta la fecha, ninguna de estas teorías ha sido confirmada de manera concluyente. Aunque algunas afirmaciones parecen plausibles, no hay evidencia suficiente para confirmarlas de manera definitiva.
¿Qué sucedió realmente con el Arca de la Alianza?
La historia del Arca de la Alianza, el sagrado cofre que según la tradición hebrea contenía las tablas de los Diez Mandamientos, ha sido objeto de debate y especulación durante siglos. Después de la caída de Jerusalén en 587 a.C., varias tradiciones han intentado explicar el destino final del Arca.
Según una carta atribuida a Jeremías, el profeta habría mandado llevar consigo la tienda y el Arca a una cueva en un monte, tapando la entrada para que quedara oculta hasta que Dios reuniera de nuevo a su pueblo y les fuera propicio. Sin embargo, muchos expertos dudan de la autenticidad de la carta, y no se puede afirmar con certeza que el Arca se encuentre en la cueva mencionada.
Otra tradición, citada en el Apocalipsis de Esdras, sugiere que el Arca fue tomada por el ejército victorioso que saqueó Jerusalén. Es probable que los babilónicos se llevaran el Arca junto con otros objetos de valor del Templo.
Por otro lado, los redactores del Talmud afirman que el rey Josías escondió el Arca en un lugar secreto que había preparado Salomón para el caso de que el Templo fuera tomado y quemado. Según esta versión, el Arca podría ser encontrada en el futuro, cuando regrese el Mesías.
Aunque ninguna de estas tradiciones puede ser confirmada con certeza, lo cierto es que el Arca nunca fue mencionada como parte de los accesorios del segundo Templo. Si se hubiera conservado allí, es muy probable que se hubiera hecho referencia a ella en ceremonias importantes, como la consagración del Templo o el reestablecimiento del culto.
En conclusión, el destino del Arca de la Alianza sigue siendo un misterio, y es posible que nunca se sepa con certeza qué sucedió con este objeto sagrado. Sin embargo, su legado sigue vivo en la memoria y la tradición de los pueblos judío y cristiano.