- La película ahonda en el bombardeo de cuatro pueblos de Castellón efectuado por pilotos pertenecientes a la Legión Cóndor en 1938 y defiende que fue parte de un experimento de los nazis para probar la eficacia de los aviones Stuka.
- La cinta ha conseguido que los habitantes de las poblaciones afectadas comiencen a formar grupos para indagar en la memoria histórica.
En plena Guerra Civil los habitantes de cuatro diminutos pueblos de Castellón (Albocàsser, Ares del Maestrat, Benassal y Vilar de Canes) ven aparecer tres aviones en el horizonte. Algunos niños salen a saludar, los adultos los miran con inocencia y curiosidad. Pero los aviones maniobran, caen en picado y bombardean casas e iglesias. Matan a 38 vecinos.
Nunca entendieron quién fue el responsable. Hasta ahora. Casi 80 años después Óscar Vives, vecino de Benassal, decide juntar todas las piezas. La principal, una carpeta del archivo militar de Friburgo, Alemania, con 66 fotografías aéreas.
Los habitantes de estos cuatro pueblos de Castellón se enteran por fin que fueron víctimas de un experimento nazi. Los pilotos pertenecían a la Legión Cóndor, enviada por Hitler para ayudar a Franco y tenían en sus manos los tres primeros modelos del Junkers 87A, conocidos como ‘Stuka’.
Los prototipos debían calibrar si aguantarían una nueva bomba de 500 kilos, el doble de las lanzadas hasta entonces. El mortífero éxito del experimento fue determinante en la decisión alemana de construir en masa el Stuka para arrasar con él Europa en la todavía insospechada II Guerra Mundial.
Esta es la tesis detrás de la película“Experimento Stuka”,dirigida por Pepe Andreu y Rafa Molés, que se proyectará elviernes 7 de junio a las 21:30 horas en la explanada de la Biblioteca Pública de València como parte del ciclo Cinema de la Terreta.
La cinta producida por Suica Films y TVE, has sido la ganadora en la categoría de Mejor Documental en los Premios del Audiovisual Valenciano, obtuvo una mención especial del jurado en Docs València, formó parte de la selección oficial del Festival Internacional de Cine Documental de Barcelona y se ha convertido en el documental valenciano estrenado en el mayor número de salas y ciudades de España, una verdadera proeza tomando en cuenta la escasa proyección que tienen los documentales en el país.
La cinta ha conseguido que los habitantes de las poblaciones afectadas se reúnan para indagar sobre la memoria histórica de sus poblaciones y algunos medios han dado voz a algunos detractores que aseguran que lo ocurrido en 1938, no fue una operación secreta para probar la eficacia de los aviones, ya que solamente formó parte de tácticas habituales de guerra.
“Es un documental que habla de la memoria histórica, de algo que pasó, de algo de lo que estaba prohibido hablar y de lo que luego no se quiso hablar. Son 80 años de silencio. Sabíamos que nos encontraríamos con gente que cree que es mejor no hablar de esto, contábamos con ello, lo asumimos”, detalla Andreu.
Andreu también defiende que el documental pone de manifiesto la distancia que existe entre la población que sufrió las secuelas de los bombardeos desconociendo su procedencia y los trabajos de los historiadores que habían conseguido desentrañar la verdad del plan detrás de los ataques.
A las 21:30 horas Santiago Barrachina será el responsable de conversar con Rafa Molés, codirector de la película antes de su proyección, programada a las 22:00 horas.
- La película ahonda en el bombardeo de cuatro pueblos de Castellón efectuado por pilotos pertenecientes a la Legión Cóndor en 1938 y defiende que fue parte de un experimento de los nazis para probar la eficacia de los aviones Stuka.
- La cinta ha conseguido que los habitantes de las poblaciones afectadas comiencen a formar grupos para indagar en la memoria histórica.
En plena Guerra Civil los habitantes de cuatro diminutos pueblos de Castellón (Albocàsser, Ares del Maestrat, Benassal y Vilar de Canes) ven aparecer tres aviones en el horizonte. Algunos niños salen a saludar, los adultos los miran con inocencia y curiosidad. Pero los aviones maniobran, caen en picado y bombardean casas e iglesias. Matan a 38 vecinos.
Nunca entendieron quién fue el responsable. Hasta ahora. Casi 80 años después Óscar Vives, vecino de Benassal, decide juntar todas las piezas. La principal, una carpeta del archivo militar de Friburgo, Alemania, con 66 fotografías aéreas.
Los habitantes de estos cuatro pueblos de Castellón se enteran por fin que fueron víctimas de un experimento nazi. Los pilotos pertenecían a la Legión Cóndor, enviada por Hitler para ayudar a Franco y tenían en sus manos los tres primeros modelos del Junkers 87A, conocidos como ‘Stuka’.
Los prototipos debían calibrar si aguantarían una nueva bomba de 500 kilos, el doble de las lanzadas hasta entonces. El mortífero éxito del experimento fue determinante en la decisión alemana de construir en masa el Stuka para arrasar con él Europa en la todavía insospechada II Guerra Mundial.
Esta es la tesis detrás de la película“Experimento Stuka”,dirigida por Pepe Andreu y Rafa Molés, que se proyectará elviernes 7 de junio a las 21:30 horas en la explanada de la Biblioteca Pública de València como parte del ciclo Cinema de la Terreta.
La cinta producida por Suica Films y TVE, has sido la ganadora en la categoría de Mejor Documental en los Premios del Audiovisual Valenciano, obtuvo una mención especial del jurado en Docs València, formó parte de la selección oficial del Festival Internacional de Cine Documental de Barcelona y se ha convertido en el documental valenciano estrenado en el mayor número de salas y ciudades de España, una verdadera proeza tomando en cuenta la escasa proyección que tienen los documentales en el país.
La cinta ha conseguido que los habitantes de las poblaciones afectadas se reúnan para indagar sobre la memoria histórica de sus poblaciones y algunos medios han dado voz a algunos detractores que aseguran que lo ocurrido en 1938, no fue una operación secreta para probar la eficacia de los aviones, ya que solamente formó parte de tácticas habituales de guerra.
“Es un documental que habla de la memoria histórica, de algo que pasó, de algo de lo que estaba prohibido hablar y de lo que luego no se quiso hablar. Son 80 años de silencio. Sabíamos que nos encontraríamos con gente que cree que es mejor no hablar de esto, contábamos con ello, lo asumimos”, detalla Andreu.
Andreu también defiende que el documental pone de manifiesto la distancia que existe entre la población que sufrió las secuelas de los bombardeos desconociendo su procedencia y los trabajos de los historiadores que habían conseguido desentrañar la verdad del plan detrás de los ataques.
A las 21:30 horas Santiago Barrachina será el responsable de conversar con Rafa Molés, codirector de la película antes de su proyección, programada a las 22:00 horas.