¿Cuál era la verdadera identidad de Jack el Destripador?
Jesús María Sánchez González. | A lo largo del último siglo se han señalado a varios candidatos que podían responder al perfil criminal del asesino serial más famoso de todos los tiempos: Jack el Destripador.
Lo cierto es que en 1888, en el barrio londinense de Whitechapel, a Jack el Destripador se le señaló como el autor del asesinato de cinco mujeres, pero nunca fue atrapado. Ha pasado más de un siglo de los asesinatos y varios investigadores han intentado desvelar este misterio histórico manifestando su hipótesis sobre la identidad del polémico asesino.
En 1888 comenzaron a producirse una serie de asesinatos en el barrio de Whitechapel, Londres. El primero de ellos fue la madrugada del 31 de agosto en Buck´s Row (actual calle Durward). La víctima, Mary Ann Nicchols, apareció degollada y con varias incisiones en el abdomen. Pocos días después, el 8 de septiembre, se halló el cadáver de Annie Chapman muy cerca de la calle Hanbury. En esta ocasión, también había sido degollada y apuñalada en el abdomen, sin embargo el asesinó le extrajo el útero. Veintidós días después la situación se descontroló. A las una de la madrugada del 30 de septiembre apareció el cuerpo sin vida de Elizabeth Stride en Dutfield´s Yard (actual calle Henriques). El cadáver presentaba solo un corte en el lado izquierdo del cuello que le seccionó la carótida. Una hora después, la Policía Metropolitana de Londres halló el cadáver de Catherine Eddowes en la zona de Mitre Square. Había sido degollada con varias puñaladas en el abdomen y le habían extirpado el riñón izquierdo y el útero. La última víctima que se le asignó oficialmente a Jack el Destripador fue Mary Jane Kelly, encontrada en la cama de su habitación el 9 de noviembre en Miller´s Court. Mary Jane Kelly. Igual que sus otras víctimas, también había sido degollada y le habían extraído todos los órganos abdominales y el corazón.
A lo largo de la investigación de los asesinatos de Whitechapel, el Scotland Yard de la época recibió cientos de cartas del supuesto asesino. Sin embargo, se le dio veracidad, precisamente, a las que no iban firmadas por Jack el Destripador, ya que fue la prensa quien lo apodó con este nombre. Las misivas que se identificaron, oficialmente, como las del asesino fueron aquellas en las que había restos de sangre y describía sus asesinatos. Solo tres cartas fueron asignadas al despiadado asesino; la primera fue “Dear Boss” (Querido Jefe); en esta se mofa de la policía y advierte que va a volver a actuar. La segunda carta fue la llamada postal “Saucy Jacky” (Jacky el Descarado). En ella da a entender que fue interrumpido cuando acababa con la vida de Elizabeth Stride (de ahí que fuera la única víctima que solo presentaba un corte en el lado izquierdo del cuello que le seccionó la carótida) y justifica que por eso cometió un doble asesinato la misma noche. Su última carta fue “From Hell” (Desde el Infierno). Esta misiva iba acompañada de medio riñón humano. En este escrito, Jack decía que se había comido la otra mitad del órgano y retaba a la policía a que lo atrapase.
En una de las últimas investigaciones se ha descubierto que Severin Klosowski (1865-1903), inmigrante polaco de veintidós años y peluquero en Whitechapel, mató con arsénico a sus tres esposas. Este hombre, fue detenido, en un principio, y acusado de ser Jack el destripador, ya que al parecer varias víctimas eran clientas suyas. La policía lo liberó poco después. En una investigación actual, y un exhaustivo análisis de ADN, se ha demostrado que en el chaleco que llevaba puesto el cadáver de Mary Jane Kelly (quinta y última víctima) habían restos de semen que pertenecían a Severin Klosowski. La prueba de ADN le fue realizada a un descendiente de Klosowoski. Se dijo que con esta prueba el caso ya estaba resuelto después de un siglo de hipótesis de todo tipo. No obstante, quedan algunos interrogantes sobre esta teoría;
¿Fue Klosowski quien escribió las cartas de Jack el Destripador?
Klosowski llevaba solo unos meses en Whitechapel cuando comenzaron los asesinatos y apenas sabía hablar inglés, sin embargo las cartas firmadas por Jack el Destripador estaban redactadas en un inglés perfecto.
¿Y cómo se explica que apareciese su semen en el chaleco del cuerpo de Mary Jane Kelly?
Porque era sabido que Klosowski a determinadas mujeres, como era el caso de las prostitutas, les cobraba sus servicios en favores sexuales y las condiciones higiénicas de la época no son las de hoy. Era muy normal que la ropa no se lavara en muchos días.
Otra hipótesis muy interesante fue la de la famosa escritora de misterio estadounidense Patricia Cornwell quien en su obra Retrato de un asesino, describe los motivos por los que Walter Sickert (1860-1942), era el famoso asesino. Sickert era un pintor de aquellos años que dedicó muchos de sus lienzos a la historia de Jack el Destripador. Sickert nunca fue un sospechoso de la policía, se creía que simplemente estaba obsesionado con el Destripador.
La siguiente hipótesis pertenece a Sir Arthur Conan Doyle (1859-1930), médico, escritor y nombrado caballero británico. Creador del detective ficticio más famoso de todos los tiempos: Sherlock Holmes. Doyle poseía la biblioteca criminológica más importante de Europa. Colaboró con la policía para intentar detener a Jack el Destripador. La hipótesis de Doyle era que Scotland Yard estaba perdiendo el tiempo en centrar sus esfuerzos en buscar un asesino, sino que debía buscar una asesina. Doyle manifestaba abiertamente que Jack el Destripador era en realidad una mujer.
En el año 2016, aparece en escena Jesús Delgado Lorenzo, miembro de las fuerzas del orden público en activo, Licenciado en Derecho y Gestión de la Seguridad Privada por la Universidad Autónoma de Barcelona y Perito Calígrafo. Delgado, en los últimos cuatro años, entre otros quehaceres profesionales, se desplazó a América para impartir cursos y seminarios de Grafología Forense al mismísimo FBI y a los servicios de inteligencia de Guatemala, El Salvador y Honduras. Delgado publicó un ensayo llamado INFORME POLICIAL. La verdadera identidad de Jack el Destripador. En esta obra, Delgado realizó una investigación sobre el legendario asesino. Lo primero que hizo fue desplazarse a Londres. Una vez allí se entrevistó con los responsables del Archivo del Crimen de la Policía Metropolitana de Londres, que eran las autoridades encargadas de la custodia de las pruebas halladas en las escenas de los crímenes de Whitechapel y de las famosas cartas de el Destripador. Delgado consiguió hacerse con una copia de la última carta que el asesino envió a la policía “From Hell” (Desde el Infierno). Después la estudió detenidamente con la intención de elaborar un perfil criminal sobre su autor.
Tras varios días de análisis, una tranquila noche en la que Delgado descansaba en una habitación de un hotel londinense, mientras veía la televisión, de repente, algo llamó poderosamente su atención. La pantalla retransmitía un documental sobre la vida de Arthur Conan Doyle. Se decía que el padre de Doyle; Charles Altamont Doyle era un excepcional artista y alcohólico que sufría depresiones y también padecía epilepsia. Era tal su adicción que vendía todo lo que tenía en casa, e incluso su ropa, para comprar bebida. Acabó su vida en un sanatorio. Por lo que debido a los continuos estados de embriaguez del padre Doyle, este había sufrido los ataques de Charles casi toda su vida. Una infancia que no debió ser nada fácil para el famoso escritor. Cuando Doyle finalizó sus estudios en medicina decidió abrir una clínica, pero apenas acudían pacientes, por lo que en aquellas horas muertas se dedicó a escribir y allí, en aquel consultorio, nació el detective más famoso del mundo; Sherlock Holmes.
El episodio oscuro de Conan Doyle.
Hay algunos profesionales, como es el caso de Delgado, que sostienen una hipótesis sorprendente. Dicen que una de las mejores novelas de Conan Doyle; El sabueso de los Baskerville, en la que Doyle, incluso, decidió resucitar a Sherlock Holmes al que había matado anteriormente, nunca la escribió. El verdadero autor fue Fletcher Robinson. Quién le pidió consejo a su amigo Doyle para publicarla. Por lo que Doyle, al verificar la calidad de la novela, decidió apoderarse de ella. Se cuenta que el perfil escritural de Doyle en El sabueso de los Baskerville no coincide con sus anteriores novelas. En un principio, la policía de la época, investigó al escritor por haber asesinado a su amigo Fletcher Robinson, de hecho fue Doyle quien firmó la partida de defunción de su colega, ya que también se sospechaba que tenía relaciones con su mujer, aunque más adelante lo descartaron.
En un escrito;
Aunque su nombre resulte ilegible, su personalidad quedará expuesta a la vista de quien sepa interpretarla.
Cualquier persona, haga lo que haga, siempre deja una huella irrepetible de su esencia y de su presencia, de sus posibilidades y de sus creencias.
Jesús Delgado Lorenzo.
Entonces, el instinto policial de Delgado se disparó. Tomó su ordenador portátil y descargó de Internet un documento que Doyle había escrito a mano y después comparó la letra con la última carta de el Destripador “From Hell”. Después de unos minutos, lo que parecía imposible se hizo posible: Cuando Jack el Destripador escribe las cartas, se debe tener en cuenta el momento emocional que vive. El Destripador acaba de escribir las misivas poco después de asesinar a sus víctimas. La escritura puede estar alterada, pero los «gestos tipo» dejan su impronta personal inevitablemente. A simple vista, cuando se comparan las cartas del Destripador y de Doyle, no se aprecia la similitud de los parámetros escriturales, pero al analizarlas, de forma exhaustiva, se muestra la coincidencia de la escritura, es decir, el ADN de la escritura que la identifica. Hablamos de una prueba caligráfica que por lo que, Delgado afirma, existen personas condenadas y en prisión en España.
Como se ha señalado, se han llevado a cabo muchas investigaciones para descubrir la identidad de Jack el Destripador pero, a excepción de Delgado, a nadie se le había ocurrido realizar un análisis comparativo de la letra del asesino con la de los sospechosos y personajes de la época.
Tras la publicación del ensayo: INFORME POLICIAL. La verdadera identidad de Jack el Destripador. Delgado regresó a Londres y volvió a entrevistarse con las autoridades que custodiaban el Archivo del Crimen de la Policía Metropolitana. Nuevamente, solicitó la última carta original del Destripador y la respuesta fue tan sorprendente como insólita: le hicieron saber que la carta de “From Hell” se había extraviado y solo le facilitaron el acceso a una digitalización de la misiva.
¿Cuál es el motivo por el que han desparecido de los archivos, de uno de los cuerpos de policía mejor instruidos del mundo, parte de las pruebas de los asesinatos de Whitechapel y la carta de “From Hell” después de más de un siglo de custodia?
¿Es casualidad que tras los asesinatos (agosto y septiembre de 1888) se dispararan las ventas de novela negra y que Conan Doyle se convirtiera en el autor mejor pagado de su generación?
Y la pregunta fundamental: ¿Ha revelado Delgado la identidad del asesino serial más famoso de todos los tiempos?
Jesús María Sánchez González – Jesús María Sánchez González (jesusmariasanchez.es)