Las nueve vueltas a la Catedral de Valencia que toda embarazada debe dar es una tradición muy arraigada en la ciudad, que ha sido transmitida de generación en generación. Esta costumbre se lleva a cabo como una forma de pedir la protección de la Virgen del Buen Parto durante el embarazo y el parto, para que el nacimiento sea seguro y sin complicaciones.
La tradición comenzó a principios del siglo XX, cuando un médico valenciano piadoso propuso la costumbre de dar nueve vueltas alrededor del interior de la catedral, una por cada mes de gestación, rezando un Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria a la Virgen del Buen Parto en cada vuelta. Además, se debía hacer una oración final propia de la intercesión de la Virgen.
La Virgen del Buen Parto, que anteriormente se conocía como la Virgen del Coro o de la Cadira, es una imagen sedente de alabastro policromado realizada hacia 1465 por el platero y escultor Joan de Castellnou. Actualmente se encuentra en la Girola, frente a la capilla de la Resurrección y el brazo de San Vicente Mártir, en la Catedral de Valencia.
La imagen de la Virgen del Buen Parto muestra a María como Reina del cielo, como trono de la majestad de Cristo. La Virgen está en una posición rigurosamente central con el Niño sobre su regazo en igual postura. Jesús ostenta atributos regios: túnica, corona, bola del mundo en la mano izquierda, mientras la derecha se alza en gesto de autoridad y bendición. María, sentada en un escabel decorado, lleva túnica y manto, corona sobre la cabeza y en la mano derecha un ramo de azucenas, atributo que, junto al cabello descubierto y dorado, es símbolo de pureza y nos remite a su virginidad.
La Maternidad de María, no sólo se refiere a su condición de Madre de Dios y de la Iglesia, o a ser modelo de Madre, muy pronto aparecieron advocaciones, como la Virgen de la Leche, la Expectación de la Virgen o Nuestra Señora de la Esperanza, que nos recuerdan diferentes momentos de su Maternidad.
Después de dar a luz, la madre regresa ya con su hijo para darle las gracias a la Virgen que les cuidó. De hecho, a los pies de la imagen hay un manto de ramos y flores de agradecidos padres que realizan ofrendas en muestra de agradecimiento.
La tradición de dar nueve vueltas a la catedral continúa en la actualidad, y son muchas las mujeres embarazadas que acuden a la Catedral de Valencia para llevar a cabo este rito. Muchas lo hacen por devoción, otras por mera curiosidad y otras porque les han contado la historia y quieren probar suerte.
A lo largo del día se pueden ver a muchas mujeres embarazadas caminando alrededor del interior de la catedral, rezando y haciendo sus plegarias. A menudo, las mujeres vienen con sus parejas o familiares, quienes les brindan apoyo y ayuda durante las vueltas.
Esta tradición comenzó a principios del siglo XX, cuando el doctor Francisco Aparici Navarro, un médico valenciano muy piadoso y devoto de la Virgen del Buen Parto, propició la costumbre de dar nueve vueltas a la catedral para tener un buen inicio de la maternidad. El doctor Aparici Navarro, especialista en obstetricia y ginecología, creía que esta tradición ayudaba a las mujeres a enfrentar el parto con mayor tranquilidad y seguridad, y que la Virgen del Buen Parto les protegía en ese momento tan importante de sus vidas.
Desde entonces, esta costumbre se ha mantenido viva en la ciudad de Valencia y se ha convertido en una de las tradiciones más arraigadas entre las mujeres embarazadas. Cada día, decenas de mujeres acuden a la Catedral para dar las nueve vueltas y pedirle a la Virgen del Buen Parto que les proteja y les ayude en el momento del parto.
El ritual consiste en dar nueve vueltas al interior del templo, una por cada mes de gestación, rezando en cada vuelta y ante la imagen de la Virgen del Buen Parto un Padrenuestro, un Avemaría y Gloria, y una Oración final propia de la intercesión de la Virgen. Una vez completadas las nueve vueltas, la mujer embarazada se acerca a la imagen de la Virgen para ofrecerle una ofrenda y pedirle su protección y ayuda en el momento del parto.
La imagen de la Virgen del Buen Parto que se encuentra en la Catedral de Valencia es una magnífica obra de arte realizada hacia 1465 por el platero y escultor Joan de Castellnou. Se trata de una imagen sedente de alabastro policromado que muestra a María como Reina del cielo, como trono de la majestad de Cristo. La Virgen está en posición rigurosamente central con el Niño sobre su regazo en igual postura, y Jesús ostenta atributos regios: túnica, corona y bola del mundo en la mano izquierda, mientras la derecha se alza en gesto de autoridad y bendición.
María está sentada en un escabel decorado, viste túnica y manto, llevando corona sobre la cabeza y en la mano derecha un ramo de azucenas, atributo que, junto al cabello descubierto y dorado, es símbolo de pureza y nos remite a su virginidad. La Maternidad de María se refiere no sólo a su condición de Madre de Dios y de la Iglesia, o a ser modelo de Madre, sino que también nos recuerda diferentes momentos de su Maternidad a través de diversas advocaciones marianas, como la Virgen de la Leche, la Expectación de la Virgen o Nuestra Señora de la Esperanza.
También es tradición que después de dar a luz, la madre regrese a la Catedral con su hijo para darle las gracias a la Virgen del Buen Parto que les cuidó. A los pies de la imagen, se pueden ver mantos de ramos y flores de agradecidos padres que cumplen con este ritual.
En definitiva, la tradición de dar nueve vueltas a la Catedral de Valencia es una costumbre muy arraigada en la ciudad y en la Comunidad Valenciana en general, que ha pasado de generación en generación como una forma de pedir protección para la madre y el bebé durante el parto. Aunque no existen pruebas científicas de que este ritual tenga un efecto real en el parto, muchas mujeres siguen realizándolo como una forma de conectar con la tradición y la espiritualidad.
Además, la figura de la Virgen del Buen Parto es muy venerada en la región, y su imagen es visitada no solo por mujeres embarazadas, sino también por aquellas que desean tener hijos, por parejas que buscan la fertilidad y por muchas otras personas que acuden a pedir su intercesión en momentos difíciles.
En la actualidad, la Catedral de Valencia se ha convertido en un lugar de peregrinación para muchas mujeres embarazadas y familias que desean agradecer a la Virgen su protección durante el parto y pedir su intercesión en el futuro. La imagen de la Virgen del Buen Parto sigue siendo una de las más veneradas de la ciudad, y se encuentra en una ubicación privilegiada dentro de la Catedral, lo que permite a las mujeres embarazadas dar las nueve vueltas necesarias para cumplir con el ritual.
En definitiva, la tradición de las nueve vueltas a la Catedral de Valencia es una muestra más de la riqueza cultural y espiritual de la Comunidad Valenciana, que ha sabido conservar y transmitir a lo largo de los siglos esta costumbre única y significativa para muchas familias. Y aunque no existan pruebas de que tenga un efecto real en el parto, lo cierto es que sigue siendo una forma especial de conexión con la tradición y la espiritualidad para muchas mujeres embarazadas y sus familias.